WASHINGTON (AP) – La Administración Trump no busca entrar en conflicto con Irán, y el aumento militar en el Golfo Pérsico tiene como único objetivo disuadir la agresión iraní y las amenazas a los intereses de Estados Unidos y al transporte marítimo internacional, dijo el martes el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
Durante una visita al Comando Central de Estados Unidos en Florida poco antes de que el Departamento de Defensa se sorprendiera por la repentina partida del Jefe de Estado Mayor en funciones del Pentágono, Pompeo dijo que confiaba en que las fuerzas armadas de Estados Unidos estaban actuando para enfrentar cualquier desafío. Dijo que estaba listo para responder a cualquier ataque iraní contra los intereses estadounidenses o a la violación por parte de Irán de las rutas de navegación internacionales por las que pasan la mayoría de los suministros de petróleo del mundo.
El día después de que el Ministerio de Defensa anunciara el despliegue de 1.000 soldados adicionales en la región, Pompeo destacó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no quiere la guerra y solo quiere restaurar las fuerzas disuasorias contra las amenazas iraníes.
“El presidente Trump no quiere la guerra, y seguiremos transmitiendo ese mensaje, haciendo todo lo necesario para proteger los intereses estadounidenses en la región”, dijo a los periodistas del Comando Central de Tampa.
Pompeo dijo que viajó a Florida para reunirse con los comandantes que serán responsables de cualquier operación en el Golfo para coordinar los esfuerzos diplomáticos y militares de Estados Unidos “para asegurarnos de que podamos hacer lo correcto”, dijo. “Lo correcto es seguir trabajando para convencer a la República Islámica de Irán de que somos serios y para disuadirlos de que continúen la agresión en la región”.
Unos minutos después de su discurso, Trump anunció que el Ministro de Defensa en funciones Patrick Shanahan había decidido no solicitar la aprobación del Senado para el cargo de manera permanente. Shanahan, quien anunció su renuncia por razones familiares, no fue nominado oficialmente para el cargo.
Mientras tanto, el presidente iraní Hassan Rouhani dijo el martes que, aunque “no estamos en guerra con ningún país”, los iraníes resistirán la creciente presión de Estados Unidos para ganar.
Sus comentarios llegaron después de que Irán anunció el lunes que pronto podría comenzar a enriquecer uranio a un paso de la producción de armas nucleares, desafiando las garantías de Trump a sus aliados de que la retirada del acuerdo el año pasado haría del mundo un lugar más seguro.
En respuesta, el Pentágono ordenó que se enviaran tropas adicionales, incluidas las fuerzas de seguridad, a la región para vigilancia adicional y recopilación de información.
Estados Unidos acusa a Irán de atacar dos petroleros cerca del Golfo Pérsico, los iraníes niegan su responsabilidad. Con detalles vagos y nadie responsabilizándose por los ataques, el Pentágono ha publicado nuevas fotografías para apoyar su acusación.
Al anunciar un nuevo despliegue antes de retirarse, Shanahan dijo que las fuerzas en Medio Oriente sirven “con fines defensivos para contrarrestar las amenazas desde el aire, el mar y la tierra”.
“Estados Unidos no busca el conflicto con Irán”, dijo Shanahan, describiendo la medida como “destinada a garantizar la seguridad y el bienestar de nuestras tropas en toda la región y a proteger nuestros intereses nacionales”.
Dijo que Estados Unidos continuará ajustando los niveles de tropas según sea necesario.