Mary Christine-Bader, defensora de la diputada estadounidense Ilhan Omar, tiene predilección por la confusión. Intenta dar sentido al pasaje que aparece a continuación. Seguro que no puede.
“(La representante Betty McCollum) señaló que «los palestinos inocentes que viven bajo la ocupación militar son asesinados regularmente por las fuerzas de seguridad israelíes» y no tienen una Cúpula de Hierro que los proteja”, escribe Bader en un comentario para el periódico de su ciudad natal en Minneapolis, The Star Tribune; McCollum representa a St. Paul, Minn.
Una interpretación justa de esa afirmación: Israel dispara misiles hacia sus “territorios ocupados”. Sin embargo, los distintos elementos que cita se contradicen.
Israel no “ocupa” Gaza, y sin embargo Gaza es a menudo el origen de los misiles disparados hacia Israel, y la mayoría de esos misiles suelen ser destruidos por el sistema de defensa israelí Cúpula de Hierro. Israel retiró todas sus tropas y comunidades (también conocidas como asentamientos) de Gaza en 2005. En los ataques de represalia del pasado mayo, los misiles de Israel mataron a 240 palestinos, la mayoría de ellos terroristas, como afirma Bader.
La población de Gaza sí “vive bajo la ocupación militar” operada por Hamás, que arrebató el control de Gaza a la Autoridad Palestina dos años después, en 2007. Muchos partidarios de Israel sin duda se abalanzarán sobre mí por usar la palabra “ocupación”, pero la dejo aquí por el bien del argumento.
Israel no controla las zonas A y B de Judea y Samaria, también conocidas como “Cisjordania”, que están gobernadas por la Autoridad Palestina. Sí controla el Área C y el Este de Jerusalén, considerado legalmente como “territorio en disputa”, donde despliega tropas y ha facilitado la construcción de comunidades judías. Sin embargo, no se sabe que los árabes palestinos de estas tres zonas delimitadas por los Acuerdos de Oslo disparen misiles en dirección a Israel.
Solo los hechos, Mary Christine Bader, miembro de Middle East Peace Now que reside en el suburbio de Minneapolis de Wayzata. En “Dragnet”, Jack Webb ordenaba a los testigos que le dieran “solo los hechos, señora” cuando su personaje, el detective sargento Joe Friday, los interrogaba.
Si tienes que criticar a Israel, Mary, ¿podrías aclarar los hechos?
Bader inventa más hechos propios en este artículo de opinión en el que critica al columnista Bret Stephens por su propio artículo de opinión en el que critica a los que atacan a Israel en el Congreso en The Star-Tribune. El comentario de Stephens, que se originó en The New York Times, es especialmente sensible para la diputada Ilhan Omar porque el artículo de Stephens se publicó en el periódico de su ciudad natal, donde sus propios electores quizás se enterarían de una nueva y perjudicial perspectiva sobre ella.
La defensora de Omar también se equivoca tanto en el párrafo inicial como en el final, acusando a Stephens de “fanatismo antipalestino” en la parte superior y en la inferior añade 19 años a la llamada “ocupación” de Israel de sus territorios.
En ninguna parte de su columna Stephens expresa su fanatismo antipalestino. Lo que sí hace es denunciar a Omar y a otros ocho representantes por haber votado para negar 1.000 millones de dólares en fondos para la Cúpula de Hierro. Israel ha controlado Cisjordania y el Este de Jerusalén desde 1967, hace 54 años, cuando Israel invadió estas tierras en la Guerra de los Seis Días, una guerra iniciada por las naciones árabes circundantes. Hoy en día proporciona protección militar a la zona B, pero solo controla la zona C y el Este de Jerusalén. Bader enumeró la duración de la “ocupación” como 73 años, que se remontan a cuando se creó el Estado de Israel en 1948. ¿Significa eso que no cree en absoluto en el derecho de Israel a existir?
Bader también hace referencia al encarcelamiento de niños por parte de Israel sin explicar la situación, escribiendo: “Su proyecto de ley (McCollum) prohibiría a Israel utilizar el dinero de los contribuyentes estadounidenses para la detención militar de niños palestinos”.
Es habitual que los árabes palestinos menores de 18 años ataquen a soldados y a otros israelíes, sobre todo en manifestaciones, lo que significa que han cometido delitos. ¿Es de esto de lo que habla? Si es así, ¿se supone que Israel debe ignorar sus actos criminales? Hay otros puntos delicados en su columna que merecen ser analizados, pero como se dice: tantas distorsiones, tan poco espacio.
Es cierto que es difícil tener claro lo que es verdadero o falso en el conflicto, sobre todo porque las partes implicadas tienen diferentes opiniones sobre lo que ocurre allí. Sin embargo, en el mejor de los casos es una chapuza que un escritor se equivoque en detalles elementales. En el peor de los casos, que trataré de explicar para que lo entienda un niño de 6 años, están mintiendo deliberadamente.
Nuestro requisito previo de “solo los hechos” significa una de dos cosas: La persona no sabe de qué está hablando, o está mintiendo.
¿Cómo esperan que se les tome en serio si siguen el ejemplo de Bader? Muchos defensores de Israel están abiertos a las críticas, pero escuchar acusaciones sin pruebas nos hace perder el tiempo.
Bader hace algunos puntos legítimos. Se queja de que la introducción de la asignación de 1.000 millones de dólares para la Cúpula de Hierro se deslizó en un proyecto de ley de defensa más amplio. Esa es una táctica común en el Congreso y en los órganos legislativos estatales y locales, que es una actividad desagradable sea cual sea el tema.
Sin embargo, resultó ser una buena excusa para criticar la táctica y hacer que el dinero se retirara del proyecto de ley más amplio. Dos días después, la Cámara de Representantes aprobó el gasto como medida independiente en una votación de 420-9 y se espera que sea aprobado por el Senado.
La presentación del artículo de opinión de Stephens por parte del Star Tribune provocó una carta de un grupo de residentes de Minnesota que exigían una disculpa a Omar, según Newsweek. El periódico dejó de lado el titular original del Times – “Un juego sucio de los progresistas sobre la Cúpula de Hierro de Israel”— y lo localizó: “Omar, «escuadrón», lanza otro golpe antiisraelí”.
“Creemos que es necesario dejar claro que titulares como este aumentan las amenazas de violencia a la diputada Omar, a sus colegas musulmanes en el Congreso y a las demás mujeres de color que ocupan cargos electos y que tan a menudo son objeto del racismo, el odio y la violencia de la extrema derecha”.
Hablando por mí, no me opongo a la religión, la raza o el género de Omar, solo a sus actos como congresista. Omar y Rashida Tlaib son actualmente las únicas musulmanas en el Congreso. La familia de Tlaib emigró de Cisjordania y, como Omar, critica duramente a Israel.
Si Omar se siente amenazada por el titular del Star Tribune, entonces seguramente debería entender cómo me siento cuando ella y sus amigos vomitan distorsiones sobre Israel que podrían inspirar a personas peligrosas a dañar a judíos como yo.
Bruce S. Ticker, que escribe desde Filadelfia, también escribe un blog para The San Diego Jewish World y Smirking Chimp y anteriormente para el suspendido Philadelphia Jewish Voice. Anteriormente fue reportero y redactor de diarios en el este de Pensilvania.