Por segunda vez en un mes, el ejército dijo el jueves que cazas de combate F-15 israelíes escoltaron a bombarderos B-1 de Estados Unidos a través de la región, en una amenaza tácita a Irán.
Según las Fuerzas de Defensa de Israel, los cazas acompañaron a dos bombarderos pesados B-1B y a un avión de reabastecimiento estadounidense KC-10 a través del espacio aéreo israelí mientras se dirigían al oeste desde el Golfo Pérsico.
“El vuelo conjunto demuestra nuestra continua cooperación, que es crucial para la seguridad de Israel y Oriente Medio”, dijeron las FDI en un comunicado.
El ejército israelí compartió fotografías del vuelo, en las que se ve a los bombarderos estadounidenses -capaces de transportar pesadas bombas rompebúnkeres que serían necesarias para un ataque a las instalaciones nucleares de Irán, en su mayoría subterráneas- junto a los aviones F-15 israelíes.
A finales del mes pasado, los F-15 israelíes escoltaron a un bombardero B-1B en su camino hacia el Golfo.
Las misiones de escolta se producen en un momento en el que los funcionarios israelíes y estadounidenses han amenazado cada vez más con actuar contra el programa nuclear de Teherán, antes de la reanudación de las conversaciones indirectas con Irán destinadas a reactivar el acuerdo nuclear de 2015, conocido formalmente como Plan de Acción Integral Conjunto.
También el jueves, las armadas de Israel, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin anunciaron que habían iniciado un ejercicio conjunto en el Mar Rojo, en otra aparente amenaza a su adversario común, Irán.
El ejercicio se produce poco más de un año después de que Israel normalizara sus lazos con los EAU y Bahréin, una medida que se considera impulsada en gran parte por la preocupación que comparten los países por Irán y sus ambiciones regionales. Aunque Israel ya ha realizado ejercicios junto a los EAU en el pasado, el simulacro representa la primera cooperación militar pública entre Israel y Bahréin.
El ejercicio conjunto es una respuesta directa a la presencia y la agresión de la marina iraní en las aguas de Oriente Medio, dijo el jueves un alto funcionario naval israelí
“Esta presencia es algo que tenemos que alejar lo más posible del Estado de Israel, del Mar Rojo, de las zonas que perjudican nuestra libertad de navegación… para ello, tenemos que estrechar nuestras alianzas”, dijo el alto oficial a los periodistas, hablando bajo condición de anonimato.
Desde febrero, Irán e Israel han sido acusados de participar en lo que los analistas han llamado una “guerra en la sombra” naval, en la que buques vinculados a cada nación han sido atacados en aguas del Golfo en intercambios de golpes de efecto.
Funcionarios israelíes han amenazado explícitamente con un ataque militar contra el programa nuclear iraní, mientras que los estadounidenses han tratado el asunto con más circunspección, refiriéndose a “otras opciones” más allá de las negociaciones diplomáticas para frenar las aspiraciones atómicas de Teherán.
A principios de este año, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Aviv Kochavi, anunció que había dado instrucciones a los militares para que comenzaran a elaborar nuevos planes de ataque para una operación de este tipo, y la semana pasada el gobierno habría destinado miles de millones de shekels para hacer viables esos planes.
En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, el primer ministro Naftali Bennett declaró que “el programa nuclear iraní ha llegado a un momento decisivo, al igual que nuestra tolerancia. Las palabras no detienen el giro de las centrifugadoras… No permitiremos que Irán adquiera un arma nuclear”.
El Times of Israel ha sabido que la Fuerza Aérea israelí planea comenzar a simular ataques contra las instalaciones nucleares de Irán en los próximos meses y que algunos aspectos del plan de ataque de la IAF, que todavía está en la etapa de “borrador”, podrían estar listos en un corto período de tiempo, mientras que otros tardarían más de un año en ser totalmente accionables.
Israel ha realizado en dos ocasiones ataques aéreos contra programas nucleares de naciones enemigas, bombardeando el reactor nuclear de Irak en 1981 y el de Siria en 2007.
Sin embargo, se prevé que un ataque contra el programa nuclear iraní sea mucho más complicado, ya que Teherán ha extendido sus instalaciones por todo el país, las ha enterrado a gran profundidad y ha financiado a una serie de poderosos apoderados en toda la región que probablemente tomarían represalias contra Israel si se llevara a cabo un ataque de este tipo.