Un hombre judío fue detenido por la policía por inclinarse en el Monte del Templo de Jerusalén el lunes. La detención ocurre un día después de que una decisión judicial pareciera aprobar que los judíos recen en el Monte del Templo, en contra de décadas de aplicación de la ley contra esta práctica.
Unos vídeos mostraban a dos hombres que intentaban acceder al Monte del Templo con chales de oración judíos (talit) y tefilín y que fueron detenidos por la policía en la puerta de seguridad de la entrada. Uno de los hombres fue detenido después de conseguir entrar.
El incidente se produjo un día después de que el Tribunal de Magistrados de Jerusalén tomara una decisión casi sin precedentes. Falló a favor de tres adolescentes judíos a los que se les prohibió temporalmente el acceso al Monte del Templo después de que se inclinaran y recitaran la oración del “Shema Israel”.
El MK Itamar Ben Gvir, líder del partido Otzma Yehudit, publicó el vídeo de los dos hombres llegando al control de seguridad y acusó a la policía de “no respetar una decisión judicial”.
“La policía está enviando un mensaje de anarquía y, lamentablemente, animando a los jóvenes a no respetar las decisiones judiciales”, escribió.
El Monte del Templo, fue invadido por los musulmanes y renombrado como Haram al-Sharif. Es históricamente el lugar más sagrado para los judíos, y donde se encuentra el santuario tercero en sacralidad para el Islam, con base en una leyenda.
Durante la confluencia, el mes pasado del islámico Ramadán y la fiesta judía de Pésaj, el lugar fue testigo de ataques casi diarios a las fuerzas de seguridad israelíes por parte de alborotadores palestinos.
El ministro de Cooperación Regional, Esawi Frej, declaró en una entrevista a la cadena pública Kan que la decisión judicial que parece respaldar la oración judía “raya en la estupidez”.
“Me recuerda a cómo un idiota puede quemar un bosque entero”, dijo. “No es una decisión judicial, sino política”.
“Todo el mundo tiene su lugar para rezar, con el Monte del Templo para los musulmanes y el Muro Occidental para los judíos”, dijo Frej. “La mayoría quiere que las cosas sigan como están. No debemos jugar con fuego. Nos dirigimos hacia una escalada”.
En su fallo del domingo, el juez Zion Saharay dijo que no consideraba que inclinarse y recitar una oración fuera causa suficiente para restringir la libertad de religión por temor a que se produjeran disturbios en el sitio.
Saharay también citó al jefe de la policía, Kobi Shabtai, en unos comentarios realizados el pasado mes de mayo en los que afirmaba que los agentes garantizarían la libertad de religión de “todos los residentes del país y de los territorios” en el lugar sagrado.
Pero fuentes policiales dijeron más tarde, el domingo, que el juez había distorsionado los comentarios de Shabtai en un intento de apoyar su sentencia. Y la fiscalía dijo que apelaría su decisión.
En respuesta al fallo, y a sus consecuencias potencialmente incendiarias dada la narrativa islamista sobre el lugar sagrado, la Oficina del primer ministro emitió una inusual declaración. Aclaró que no estaba previsto ningún cambio en el statu quo del Monte del Templo, que alberga la mezquita de Al Aqsa.
El acuerdo sobre el statu quo ha ido cambiando en los últimos años. Grupos de judíos han visitado y rezado regularmente en el Monte del Templo. No obstante, el gobierno israelí afirma que se ha comprometido a mantener el statu quo, a pesar de los informes que indican que hace la vista gorda a los judíos que quieren rezar en allí.
Las sentencias judiciales anteriores o las declaraciones de políticos que alentaban el rezo judío en el lugar sagrado han provocado a menudo la violencia palestina y la condena internacional, incluso de los actores regionales Jordania y Turquía.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Jordania criticó el domingo el fallo del tribunal de magistrados como “legalmente nulo y sin efecto según el derecho internacional”, y dijo en un comunicado que “la decisión permite a los extremistas celebrar ceremonias en el recinto de Al-Aqsa”.
Un informe del Canal 12 del pasado mes de julio sugería que, a pesar de las reiteradas tensiones en el recinto y del statu quo, Israel ha estado permitiendo casos limitados de rezos judíos en el recinto, con la policía haciendo la vista gorda. La policía ha rechazado la acusación oficialmente.